Ingredientes Principales

. 500 grs de gambas (que se quedan en 350 grs de colas de gamba pelada)
. 3 huevos
. 250 grs de harina
. 1 sobre de levadura en polvo (o dos cucharaditas de bicarbonato de farmacia, que es exactamente lo mismo, pero unas 25 veces más barato)
. 1 "benjamín" de cava, o sea 250 cc de espumoso, aunque se puede usar cerveza (yo lo prefiero con cerveza, es más, si tu suegra usa cava, tú usa cerveza: no imites, marca tu estilo).
. oliva para freir y sal para sazonar.
. 2 gabardinas de tergal o algodón (tú sigue leyendo)

Preparación de la Receta:

Prepara un rebozo primero batiendo bien las claras sin las yemas (A.Oliver dice "montarlas" pero yo no lo interpreto como a punto de nieve, sino que basta con que presenten un espumeo blanco y consistente). Según obtengas el punto vé añadiendo, sin dejar de batir, la harina (desde un papel doblado, poco a poco), tras ella las yemas, el cava (chorrito para el rebozo, besito para tu boca), y al final la levadura y la sal que
requieras. Lo bates todo muy bien que quede muy mezclado (si tuvieras la tentación mundana de usar batidora, usa la mínima velocidad posible, ya que batir esto tumultuosamente liberará el gas del cava y se pierde el efecto esponja que se busca).

Esta mezcla te dará como medio litro de rebozo de textura papillosa y aspecto nacarado. Disponla en un cuenco cerca de una sartén con dos o tres dedos de aceite a calentar.

*** Ahora, y es aquí donde tu suegra pierde competitividad, haz que tu querido esposo se ponga una de las gabardinas, y tú la otra, bien abotonadas, como única vestimenta (a tí te recomiendo añadas un delantal, para evitar salpicaduras) ***

Cuando el aceite esté caliente vas tomando las gambas por la punta de la cola e
inmergiéndolas en el rebozo y de ahí a la sartén. Retíralas a una fuente con papel
absorbentes cuando queden doradas (no te fíes de tu vista, el punto se alcanza de oido:
cuando el crepitar inicial se reduce a un siseo silente).

Sírvelas enseguida, de la fuente para los dos. Más cava para acompañar. Las gambas muy muy calientes. Ahora el que se coma una gamba puede desabrochar un botón de la gabardina del otro... Cuando se acaben los botones, o las gambas, inventad otra cosa... el caso es que tu maridito ni se acuerde de su mamá...

(Nota: no prepares postre, no hará falta, pero si quieres prolongar la "sobremesa"
recuerda que las fresas empiezan temporada, y que su mejor amiga es la nata).

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